Los documentos públicos emitidos en el extranjero requieren ser legalizados o apostillados para que sean válidos en otro país extranjero. La apostilla y la legalización son una certificación que otorgan autenticidad a las firmas y sellos que contienen los documentos dando veracidad a estos.
Por otro lado, la legalización es válida en todos los países del mundo, mientras que la apostilla sólo será reconocida si el país destino es miembro del Convenio de La Haya.